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Sssshhh... entre nosotros, no se lo digas a nadie.

martes, 10 de noviembre de 2009


Día 15

En primer lugar, perdón por la ausencia. No es que me haya ido a la Conchinchina, es que he estado hasta arriba de trabajo y no he tenido ni un respiro ni una reserva de energías para escribir. Pero ya he vuelto.

Los días 13 y 14 no escribí y es culpa mía. Hubo cosas interesantes, como las presentaciones de las agencias para Redacción Publicitaria. Los grupos fueron creativos e hicieron cosas muy originales. Por nuestra parte, sacrificamos un poco de creatividad porque nos centramos mucho en dotar a la agencia de una personalidad más eficiente y cuadriculada, pero fiable. Os pondré aquí en breve el video promocional de la filosofía de la agencia y os hablaré un poquito del tema.

Hoy, la clase no ha dado para mucho. Estrategia empresarial que cada vez parece menos estrategia y más dirección comercial, y apenas se ha mencionado la publicidad. Personalmente, esperaba más de esta asignatura, pero habrá que tener paciencia a ver como termina.

Quería escribir sobre una campaña que me ha llamado la atención: la nueva campaña de Caja Madrid, realizada por la agencia Shackleton, El Valor del Dinero. Caja Madrid ha querido huir de la tendencia a captar nuevos clientes que existe entre sus competidores y se ha centrado en realizar un plan de fidelización ingenioso e innovador, rompiendo las reglas.

Para ello, y para reforzar ese mensaje de "esto es sólo para nuestros clientes", que garantiza un valor endogámico a la comunicación y fortalece el sentimiento grupal, ha lanzado primero una serie de spots y cuñas de radio (no sé si están presentes en otros soportes) donde la entidad no se revelaba en ningún momento, escondiéndose tras el número identificador 2038. Pero, ¿qué es 2038?

Pues es el número de identificación de la entidad bancaria, ese por el que empiezan todas las cuentas de Caja Madrid, y que por tanto solo asociarán con la caja del oso verde sus propios clientes. De esta forma, utilizan los medios para lanzar un mensaje que llegará a todos pero solo entenderán unos pocos, y esos pocos son justo aquellos que quieren que les entiendan. Como cuando compartimos un secreto con alguien, ese mensaje une y compenetra, vuelve a los clientes de Caja Madrid cómplices de la campaña, pues sólo ellos serán capaces de comprenderla.

¿Efectiva? Sin duda. Caja Madrid se olvida de los que no son sus clientes, quiere fidelizar a los que ya lo son, y la mejor forma es la del mensaje secreto, oculto, encriptado. "Sólo tú, que eres mi cliente y en quien confío, puedes entenderme."

Finalmente han desvelado que es Caja Madrid la que se esconde detrás del famoso 2038, y han abierto, durante el plazo de un año, la posibilidad de unirse a su "selecto" grupo a todo aquel que lo desee, adquiriendo cuatro o más productos de la entidad. Y así, ha logrado dos efectos: que el que ya esté en Caja Madrid se sienta más de Caja Madrid, y que el que no lo esté piense "¿y estos, porque tienen este rollito? Yo también quiero."

Y es que no hay nada más humano que odiar con fervor a los que tienen sus secretitos, pero desear a la vez con todas las fuerzas formar parte de ese círculo privado y compartirlos.


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